Augusta Ada King (1815-1852), más conocida como Ada Lovelace, fue una mujer visionaria que supo ver la gran revolución que significaría la actual era de la computación. Ha pasado a la historia por ser considerada la primera programadora de ordenadores.
¿Quién fue?
Augusta Ada King, condesa de Lovelace, fue la única hija legítima del poeta Lord Byron, aunque cuando ella tenía apenas un mes de vida, el matrimonio se separó y nunca más volvió a ver su padre, que viviría en Grecia hasta su muerte 8 años después.
La madre de Ada, en un intento de alejarla del mundo de las letras para evitar acercarla a su padre, le proporcionó una educación con gran base científica, especialmente en matemáticas.
Ada tenía una salud muy delicada, sufriendo en su adolescencia una enfermedad que la dejaría paralítica y postrada en la cama durante 3 años. Su salud era motivo de preocupación entre sus profesores, que consideraban que ya por el hecho de ser mujer no podía soportar la tensión mental que requerían las matemáticas, y menos aún con su delicada salud.
Recuperada de su enfermedad, y siendo aún muy joven, conocería a las dos personas que más influirían en su carrera científica: la gran matemática Mary Somerville, que sería un modelo a seguir para Ada, y la animaría a estudiar; y el ingeniero, matemático e inventor Charles Babbage.
La máquina Analítica de Babbage
En 1833, cuando Ada era una joven de 18 años, Charles Babbage estaba inmerso en la construcción de un prototipo para un aparato llamado Máquina Diferencial, una calculadora mecánica capaz de realizar operaciones matemáticas. Ada quedaría fascinada al ver una demostración de la máquina. Sin embargo, sería otro invento de Babbage, más avanzado, el que haría que Ada Lovelace pasara a la historia: la Máquina Analítica, cuyo diseño Babbage terminaría en 1835. Era una «máquina inteligente», programable y con memoria, que podía recibir instrucciones, procesarlas y ejecutarlas optando por seguir unas u otras instrucciones según el resultado de las operaciones anteriores. En definitiva: una computadora del siglo XIX.
La máquina analítica fue un diseño teórico sobre planos, ya que nunca llegó a construirse, debido en parte a las limitaciones tecnológicas de la época, y en parte a disputas políticas que dejaron a Babbage sin fondos. Ada pidió a Babbage colaborar con él en el diseño de la Máquina Analítica, a lo que el inventor accedió, conocedor de su gran inteligencia matemática.
- Modelo de la Máquina Analítica construido sobre los planos de Charles Babbage y expuesto en el Science Museum de Londres -
En 1842, el ingeniero militar italiano Luigi Menabrea publicó una descripción de la máquina en francés, bajo el título Tratado sobre el cálculo diferencial e integral, de alto nivel científico y técnico. Ada Lovelace trabajaría para traducirlo al inglés entre 1842 y 1843. Su trabajo acabaría triplicando en extensión al artículo original de Menabrea, ya que añadió una serie de extensas notas personales, denominadas simplemente Notas, en las que daba su visión particular sobre la programación y la potencialidad de la máquina, que iba más allá de la propia visión de Babbage. En esas siete notas, nombradas de la A a la G, se encuentran muchas ideas sobre computación que significaron todo un avance sobre las actuales, intuyendo los principios de lo que siglo y medio después sería la programación de los ordenadores.
Ada sugirió el uso de tarjetas perforadas como método de entrada de información e instrucciones a la máquina analítica, como había visto en el telar de Jacquard. En sus propias palabras: "Puede decirse que la primera teje dibujos algebraicos, del mismo modo que el telar de Jacquard teje flores y hojas".
Incluyó una forma de calcular los números de Bernoulli utilizando la máquina, que fue descrita en la Nota G: “Terminamos estas notas siguiendo en detalle los pasos a través de los cuales la máquina podría computar los Números de Bernoulli, siendo este (en la forma en que lo deduciremos) un ejemplo bastante complicado de su poder”. Este algoritmo para calcular los números de Bernoulli, se ha considerado durante mucho tiempo como el primer programa informático de la historia, convirtiendo así a Ada Lovelace en la primera programadora de ordenadores. Hoy sabemos que en realidad Babbage ya había escrito más de 20 programas para su Máquina Analítica entre 1837 y 1840, antes de la publicación del artículo de Ada Lovelace en 1843. Pero eso no resta mérito a la labor de Ada, pues su aportación fue si cabe más importante: con una visión más amplia que la de Babbage, dedujo y previó la capacidad de los ordenadores para ir más allá de los simples cálculos de números. Ada vio las aplicaciones prácticas de la máquina, y creyó acertadamente que en el futuro podría incluso componer música y hacer gráficos. "Supongamos, por ejemplo, que las relaciones fundamentales entre los sonidos, en el arte de la armonía, fueran susceptibles de tales expresiones y adaptaciones: la máquina podría componer piezas musicales todo lo largas y complejas que se quisiera".
Tuvo, pues, un claro concepto de dónde residían el poder y el potencial de las computadoras, más allá de las matemáticas, extendiéndose a la ciencia, las artes y la vida cotidiana.
Ada Lovelace fallecería en 1852, con sólo 36 años. Tuvo que pasar un siglo, hasta 1953, para que sus notas sobre la máquina analítica, publicadas originalmente bajo las iniciales A.A.L., fuesen publicadas bajo su verdadero nombre.