La playa

Llegó septiembre y, para muchos, el final de las tan esperadas vacaciones de verano. Recogida de enseres, despedidas emocionadas y vuelta a la rutina. Pero espero que, al menos, haya disfrutado de un merecidísimo descanso. Según Tourspain, el turismo de playa sigue liderando el número de visitantes, por lo que es este destino el elegido por la mayoría de personas para “desconectar” del día a día.

Si es ese su caso, querido lector, permítame que hoy hablemos precisamente del lugar de sus sueños: La playa.

¿Cómo se forman las playas?

Toda playa se forma porque en las orillas del mar comienza a depositarse arena y otros sedimentos que traen las olas y son empujados por el viento.

Estos sedimentos que pueden ser materiales gruesos (cantos rodados, grava, etc.), sedimentos finos (arena, limo) o una combinación de todos ellos. Las características del sedimento depende de su origen: puede provenir del cauce o las márgenes del río, del fondo del mar u océano, o de la costa, cuando el agua, el viento y otras agentes erosionan su estructura y trasladan esos sedimentos a las playas.

La zona de la orilla tiene un relieve suave y está conformada por sedimentos finos; en cambio, el área posterior de la playa, que solo alcanzada por olas durante grandes tempestades, generalmente es más escarpada y los materiales que la constituyen son más gruesos.

Tipos de arena

Así mismo, existen distintos tipos de arena que son determinantes en la formación de las playas, ya que definen cuál es el nivel de adherencia que existen entre las partículas, la humedad y también el movimiento. Y es que, si se trata de granos finos, éstos retendrán más agua y podrán ocasionar una mayor cantidad de cohesiones. Gracias a este aspecto es que podemos crear los tan famosos "castillos de arena". Si se da la existencia de granos redondos, entonces la adhesión que posea será mayor y retendrá una menor cantidad de humedad y entonces serán móviles, logrando que viajen de una manera mucho más fácil.

Cuestión de olas

Las olas del mar son ondas sísmicas superficiales, originadas enel límite entre la atmósfera y el océano. Cuando pasa una ola por aguas profundas (a una profundidad mayor a 1/20 de su longitud de onda), las moléculas de agua regresan casi al mismo sitio donde se encontraban. Se trata de un vaivén con una componente vertical, de arriba a abajo, y otra longitudinal, la dirección de propagación de la onda.

El fenómeno es provocado por el viento, cuya fricción con la superficie del agua produce un cierto arrastre, dando lugar primero a la formación de rizaduras (arrugas) en la superficie del agua, llamadas ondas u olas capilares, de sólo unos milímetros de altura y hasta 1,7 cm. de longitud de onda. Cuando la superficie pierde su lisura, el efecto de fricción se intensifica y las pequeñas rizaduras iniciales dejan paso a olas de gravedad. Las fuerzas que tienden a restaurar la forma lisa de la superficie del agua, y que con ello provocan el avance de la deformación, son la tensión superficial y la gravedad. Las ondas capilares se mantienen esencialmente sólo por la tensión superficial, mientras que la gravedad es la fuerza que tensa y mueve las olas más grandes.

Animales que habitan en las playas

La playa es una zona dinámica donde el embate de las olas tiene un efecto abrasivo sobre cualquier organismo que allí habite. Los organismos que habitan en las playas no tienen un sustrato sólido para adherirse: La zona entre mareas queda expuesta y sumergida en diferentes horas del día, por lo que éste no es un ambiente estable.

Sin embargo muchos organismos están adaptados a vivir en este hábitat. Su tipo de alimentación es igualmente especializada a la zona de la playa, por tanto los organismos deben ser muy especializados. Todos ellos extraen materia orgánica particulada disuelta en el agua y depositados en el sedimento, respectivamente. El detrito en el sedimento es una fuente importante de alimento. La cantidad de detrito depende grandemente del tamaño del grano. Grano grueso, como la arena (2.0 - 0.062 mm) contiene menos acumulación de materia orgánica. Granos más finos como arcilla (0.062 – 0.004) acumulan más materia orgánica y los suelos son más blandos. El tamaño del grano también tiene efectos sobre el oxígeno disponible para los animales que viven en la arena de las playas. Con mayor grano, el sedimento es más poroso y existe mayor flujo de agua a través del sedimento. Por tanto más oxígeno estará disponible para los organismos representativos de la infauna (organismos que viven sobre los granos de arena) y la meiofauna (organismos que viven  entre los granos de arena).

Como las condiciones climáticas, del agua y otros factores hacen que los ecosistemas marinos sean distintos entre sí, la fauna que hay en la costa atlántica, la cantábrica o la mediterránea varía un poco. Sin embargo, hay algunos animales muy comunes o que son similares a otros de otras costas. Así podemos encontrarnos con el Buey de mar (Cancer pagurus), un crustáceo que puede medir hasta 30 cm de ancho y vive en fondos rocosos y arenosos de aguas someras del Atlántico y Mediterráneo; la Medusa luminiscente (Pelagia noctiluca), de 10 cm de diámetro como máximo, con 16 tentáculos y que puede hallarse tanto en el océano Atlántico como en el mar Mediterráneo; la Navaja (Solen marginatus), molusco bivalvo de unos 12,5 cm de largo que suelen estar enterrado en la arena; y el Erizo de mar común (Paracentrotus lividus), que habita por el mar Mediterráneo y el océano Atlántico oriental, y cuenta con unos 6 cm de diámetro.

Gracias y hasta las próximas vacaciones.

 

 


Sobre el autor:

Víctor M. Delgado es Ingeniero Técnico y Pedagogo experto en Innovación Educativa Aplicada. Es co-fundador de AluCIENCIAnante.


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